martes, 25 de octubre de 2016

Proverbios 17-21

1(Pr 17:5. Dice que "El que hace escarnio de la persona de escasos recursos ha vituperado a su Hacedor. El que está gozoso por el desastre [ajeno] no quedará libre de castigo."Debemos ser sabios al escoger las diversiones, si uno quiere ser leal a Dios cuando está a solas, debe desarrollar las “facultades perceptivas”, tu capacidad de “distinguir tanto lo correcto como lo incorrecto”. Luego uno debe entrenar esas facultades “mediante el uso”, o sea, haciendo lo que está bien (Heb. 5:14). Por ejemplo en las ocasiones en que te preguntes si hay algo malo en una canción, en una película o en un sitio de Internet, algo que te ayudará a decidirte por lo que es justo y rechazar el pecado es preguntarte: “¿Qué efecto tendrá en mí lo que elija? ¿Me enseñará a ser más compasivo, o hará que me alegre ‘por el desastre ajeno’?”(w10 15/11 pág. 6 párr. 17; w10 15/11 pág. 31 párr. 15).

2(Pr 17:9. Insta a que perdonemos sin reservas al decir que "El que encubre la transgresión busca amor, y el que sigue hablando de un asunto separa a los que se han familiarizado entre sí”. La mayoría de los problemas entre hermanos no tienen que ver con pecados graves ni requieren la formación de un comité judicial. El amor dicta que perdonemos y pasemos la página. Si nos esforzamos por pasar por alto los errores de nuestros hermanos, la congregación será un oasis de paz. Y, lo que es más, conservaremos la buena relación con Jehová (Mat. 6:14, 15).(w11 15/8 pág. 31 párr. 17).

3(Pr 18:13) " Cuando alguien responde a un asunto antes de oír[lo], eso es tontedad de su parte y una humillación". Si un hermano acude a un anciano para contarle cierto problema que tiene con alguien de la familia o de la congregación. El superintendente debe asegurarse de que conoce todos los detalles (w11 15/8 pág. 30 párrs. 11-14).

4(Pr. 18:17) “El primero que da su versión parece que dice la verdad, hasta que llega el otro y lo desmiente”. El superintendente evitará ponerse automáticamente de parte del ofendido.

5( Pr 19:11. Nos aconseja que seamos perspicaces y mantengamos la calma si alguien nos ofende. La perspicacia es la habilidad de ver más allá de la superficie y llegar al fondo de un asunto. Evita que la furia crezca en nuestro interior. Esta capacidad es clave para analizar las cosas cuando alguien o algo nos provoca. Por ejemplo, ver que se comete una injusticia podría enfurecernos. Pero si nos dejamos llevar por las emociones y actuamos con agresividad, podríamos salir lastimados o lastimar a alguien más. Tal como el fuego puede arrasar una casa, la furia descontrolada puede arruinar nuestra reputación o nuestras relaciones con los demás, incluso con Dios. De modo que si sentimos crecer la ira en nuestro interior, debemos detenernos y pensar. Ver la situación desde la perspectiva correcta nos ayudará a controlar las emociones.(w14 1/12 págs. 12, 13).

6(Pr 20:25. ¿Cómo se puede aplicar este principio al noviazgo y al matrimonio? En tiempos bíblicos había quienes hacían votos santos sin pensar bien en lo que eso implicaba. Desde hace mucho algunos jóvenes en edad de casarse se han precipitado y han contraído matrimonio porque se sentían infelices, solos o aburridos o porque tenían problemas en su casa. Pero un voto matrimonial es un asunto muy serio. De igual modo, hoy día hay jóvenes que no se detienen a pensar en todo lo que encierra el matrimonio y solo lo vienen a descubrir cuando ya es demasiado tarde.
Si estás pensando en iniciar una relación con alguien, pregúntate: “¿Por qué quiero casarme? ¿Qué espero del matrimonio? ¿Será esta la persona adecuada para mí? ¿Qué puedo aportar yo al matrimonio?” “El esclavo fiel y discreto” ha publicado artículos muy específicos sobre este tema que te ayudarán a tomar una buena decisión (Mat. 24:45-47). Medita bien en la información que leas y pon en práctica los consejos, como si fuera el propio Jehová quien te los diera. No actúes como un “caballo o [un] mulo sin entendimiento” (Sal. 32:8, 9). Demuestra que eres maduro y que comprendes bien lo que implica el matrimonio. Y si crees que estás listo para empezar la relación, sé un “ejemplo [...] en castidad” (1 Tim. 4:12).

7 (Pro. 21:13) “Cualquiera que tapa su oído al clamor [...] del de condición humilde [...] clamará y no se le responderá". Si un hermano acude a un anciano para contarle cierto problema que tiene con alguien de la familia o de la congregación. ¿Qué hará el superintendente? En primer lugar, escucharle con suma atención, pero evitará ponerse automáticamente de parte del ofendido. Después de escucharle, le preguntará si ha hablado con la otra persona. Además, le mostrará con la Palabra de Dios los pasos que puede dar a fin de restablecer la paz.

A-¿Qué te enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?

B- ¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana te pueden servir en la predicación?

martes, 11 de octubre de 2016

Proverbios  7-11
1-(Pr 7:1, 2).  Dios ha dado tanto a los  padres  la responsabilidad de enseñar a sus hijos las normas divinas sobre lo bueno y lo malo. Moisés exhortó al cabeza de familia: “Estas palabras que te estoy mandando hoy tienen que resultar estar sobre tu corazón; y tienes que inculcarlas en tu hijo y hablar de ellas cuando te sientes en tu casa y cuando andes por el camino y cuando te acuestes y cuando te levantes” (Deuteronomio 6:6, 7). Y a los varones escribió el apóstol Pablo: “ sigan criándolos en la disciplina y regulación mental de Jehová” (Efesios 6:4). No cabe duda de que entre las instrucciones paternas que se han de valorar muchísimo figuran los recordatorios, los mandamientos y las leyes que se hallan en la Palabra de Dios, la Biblia.
  La enseñanza de ambos padres también puede incluir otras disposiciones: las reglas de la familia, que se establecen para el bien de sus miembros. Es cierto que tales reglas varían, dependiendo de las necesidades de cada familia. Y son los dos progenitores quienes deben decidir lo que es más provechoso para su propia familia. Además, sus normas por lo general serán una expresión de verdadero amor e interés. El consejo que reciben los jóvenes es acatar esas reglas así como las enseñanzas bíblicas que les impartan sus padres. Es muy necesario que traten estas instrucciones como a ‘la niña de los ojos’, es decir, que las guarden con sumo cuidado. Así evitarán el efecto mortífero de pasar por alto las normas de Jehová, y ‘continuarán viviendo’.

2-(Pr 7:3.) “Átalos [mis mandamientos] sobre tus dedos —pasa a decir Salomón—, y escríbelos sobre la tabla de tu corazón.”  Los dedos siempre están a la vista y son imprescindibles para realizar lo que nos proponemos. De igual modo, en todo lo que hagamos siempre debemos tener presente el recordatorio y la guía de las lecciones que aprendimos cuando nos criaron según las Escrituras o cuando adquirimos el conocimiento bíblico. Debemos grabar tales mandamientos en la tabla del corazón, o incorporarlos a nuestra forma de ser.

3-(Pr 7:4) . ¿Qué es la sabiduría?  Sabiduría es la capacidad de aplicar bien el conocimiento divino. Hemos de sentir por ella el mismo afecto que por una hermana querida.    ¿Qué es el entendimiento? Es la capacidad de analizar un asunto y captar su significado al percibir la relación que guardan sus elementos entre sí y con el todo. El entendimiento debe ser algo tan cercano a nosotros como un amigo íntimo.

4 (Pr 7:5.) ¿Por qué debemos sujetarnos a la enseñanza bíblica y familiarizarnos íntimamente con la sabiduría y el entendimiento? Dicho proceder nos protegerá de los caminos melosos y persuasivos de una persona extraña, es decir, inmoral.

5-(Pr 7:6-12) La ventana por la que mira Salomón tiene una celosía, al parecer un enrejado de listones de madera que a veces tiene complejos calados. Al ir pasando la luz crepuscular, la oscuridad nocturna invade las calles. El rey observa a un joven muy vulnerable que, como no tiene discernimiento es decir, buen juicio, es falto de corazón (sin experiencia). Seguramente sabe la clase de vecindario en que ha entrado y a qué se expone. Pero con todo, se acerca a “la esquina de [una mujer]”, que queda de camino a la casa de ella. ¿Quién es esta mujer? ¿Cuáles son sus intenciones?
     La manera como viste esta mujer dice mucho de ella. Lleva ropa inmodesta, propia de una prostituta. Además, es astuta de corazón, (o sea, es de “corazón falso”) y tiene “solapadas intenciones”. Es alborotadora y terca, habladora y obstinada, bulliciosa y voluntariosa, descarada y desafiante. En vez de quedarse en casa, prefiere estar en los lugares públicos y en las esquinas de las calles, al acecho de una víctima.

6-(Pr 7:13-15). Los labios de esta mujer son melosos. Adopta un rostro descarado y se expresa con confianza. Todo lo que dice está fríamente calculado para seducir al joven. Finge ser justa al afirmar que ha ofrecido sacrificios de comunión ese mismo día y que ha pagado sus votos, con lo que insinúa que no carece de espiritualidad. Los sacrificios de comunión que se ofrecían en el templo consistían en carne, harina, aceite y vino.  Así da a entender que hay mucho que comer y beber en su casa, puesto que la persona que hacía tales ofrendas podía tomar parte del sacrificio de comunión para su familia y para sí. Está claro lo que quiere indicar: que el chico pasará un buen rato allí. Ella había salido de casa expresamente a buscarlo. Hay que ser muy crédulo para tragarse un cuento tan tierno. Un biblista dijo: “Es cierto que buscaba a alguien, pero ¿de verdad salió a buscarlo a él en particular? Solo se lo creería un tonto, quizás como este.”

 7-(Pr 7:16, 17) Después de haberlo atraído apelando a la vista con su vestimenta; al oído, con sus halagos; al tacto, con un abrazo, y al gusto, con el sabor de sus labios, la seductora recurre al sentido del olfato. Dice de manera que ha arreglado su cama con lino de Egipto de vivos colores y la ha perfumado con fragancias selectas de mirra, áloes y canela.

8-(Pr 7:18-21). Ven, saciémonos bebiendo del amor hasta la mañana; sí, gocemos el uno del otro con expresiones de amor. La invitación implica mucho más que una agradable cena para dos. Le promete que gozará de relaciones sexuales con ella. Para el joven la invitación suena como una excitante aventura. Para terminar de convencerlo, le garantiza seguridad total, pues su esposo está en un viaje de negocios y no regresará pronto. ¡Con qué habilidad engaña al joven! “Lo ha extraviado con la abundancia de su persuasiva, lo seduce por la suavidad de sus labios ”. Haría falta un hombre del calibre de José para resistir una invitación tan seductora (Génesis 39:9, 12). ¿Tendrá este muchacho la talla moral que se requiere?

9-(Pr 7:21, 22) A los cristianos se les exhorta a que “huyan de la fornicación” (1 Corintios 6:18). El apóstol Pablo escribió lo siguiente a Timoteo, discípulo cristiano joven: “Huye de los deseos que acompañan a la juventud” (2 Timoteo 2:22). Cuando afrontamos situaciones que nos incitan a la fornicación, el adulterio u otros actos contrarios a la moral, debemos escapar de ellas con la misma decisión con que huyó José de la esposa de Potifar.

10-(Pr 7:22, 23.) La invitación le resulta irresistible al joven, que no hace caso al sentido común y va tras la mujer ‘como toro al degüello’. Tal como el hombre que está atado con grilletes no puede escapar de la disciplina, así él es conducido al pecado. No verá el peligro de su proceder hasta que ‘una flecha le abra el hígado’, es decir, hasta que reciba una herida que puede provocarle la muerte. Esta puede ser física, pues se ha expuesto a contraer una enfermedad mortífera de transmisión sexual, pero también puede ser una muerte espiritual; “está envuelta su misma alma”. Todo su ser y toda su vida se han visto muy afectados, y él ha pecado gravemente contra Dios. De esta manera, se apresura a caer en las garras de la muerte tal como un pájaro cae en la trampa.

11-(Pr 9:7, 8a) Las enseñanzas de la sabiduría incluyen corrección y censura, faceta que no siempre son bien recibidas. El burlón alimenta rencor y odio hacia el que trata de ayudarle a enderezar su camino. El malvado no aprecia el valor de la censura. Es imprudente enseñar la maravillosa verdad de la Palabra de Dios al que la odia o pretende burlarse de ella.

12-(Pr 9:10). No puede haber sabiduría piadosa sin un temor reverencial profundo del Dios verdadero. Uno tal vez tenga la mente llena de conocimiento, pero si carece del temor de Jehová, no empleará tal conocimiento de forma que honre al Creador. Tal vez incluso llegue a conclusiones erróneas a partir de hechos conocidos, dando así una apariencia de tonto. Además, el conocimiento de Jehová, el Santísimo, es esencial para obtener entendimiento, una característica notable de la sabiduría.

 13-(Proverbios 9:12). Esforzarce para obtener sabiduría es una responsabilidad personal. Salomón destaca este hecho como sigue: “Si te has hecho sabio, te has hecho sabio a favor de ti mismo; y si te has burlado, lo soportarás, tú solo”. El sabio lo es para su propio beneficio, y la culpa de que el burlón sufra es solo suya. En realidad, uno siega lo que siembra.

14-(Pr 9:16b, 17). En las Escrituras, disfrutar de placer sexual con la esposa amada se compara a beber agua refrescante (Pr 5:15-17). Por ello, las aguas robadas representan relaciones sexuales inmorales mantenidas en secreto. A tales aguas se les hace parecer dulces, mejores que el vino, porque son hurtadas y conllevan la idea de impunidad. El pan clandestino se presenta como más delicioso que el pan y la carne de la sabiduría, precisamente porque se obtiene mediante ganancia injusta. Considerar atractivo lo prohibido y lo secreto es una señal de estupidez.

15-(Pr 10:22). ¿Acaso no nos regocija ver la prosperidad espiritual de los siervos de Jehová? Examinemos algunos aspectos de esa prosperidad y veamos qué importancia tienen para cada uno de nosotros. Si sacamos tiempo para meditar sobre cómo ha bendecido Jehová al “justo [que] anda en su integridad”, nos reafirmaremos en nuestra decisión de seguir sirviendo con gozo a nuestro Padre celestial
.
 Tenemos un conocimiento exacto de las doctrinas bíblicas.Nos hemos librado de prácticas y hábitos perjudiciales.Disfrutamos de una vida familiar feliz.Tenemos la garantía de que pronto se solucionarán los problemas del mundo.Conocemos la clave de la verdadera felicidad. Contamos con un importante y eficaz programa de enseñanza.Gozamos de una relación personal con Jehová y del apoyo de una hermandad internacional unida. Abrigamos la esperanza de volver a ver a los seres queridos que han muerto.

martes, 4 de octubre de 2016

Busquemos perlas escondidas (8 mins.):
Proverbios 1- 6

1-(Pr 1:7). ¿En qué sentido es el temor de Jehová “el principio del conocimiento”? (w06 15/9 pág. 17 párr. 1; it-1 pág. 526).   Jehová es la fuente misma de todo conocimiento verdadero. Por lo tanto, el conocimiento empieza con un temor, no de miedo si no un temor sano, reverencial de adorarlo y no rebelarnos contra su voluntad.  El temor de Dios nos ayuda a entender los asuntos de Jehová, es el comienzo de la sabiduría, ya que no puede haber sabiduría sin conocimiento. Si una  persona no teme a Jehová no empleará su conocimiento para honrarlo.
2-( Pr 1:24-32) Incluso ahora podemos disfrutar de una vida pacífica y no iremos tras nada que nos exponga al peligro de sufrir una muerte prematura, como suele suceder a los malhechores. 
3-( Pr 2:16, 17) En la Biblia se llama “extraños” a quienes adoraban a dioses falsos u optaban por no obedecer la Ley mosaica, como podían ser las prostitutas. (Jeremías 2:25; 3:13).
 4-(Pr 2:21, 22). Abrigaremos la esperanza de tener vida eterna en un pacífico nuevo mundo

5- (Pr 3:1, 2).  Puesto Salomón escribió este libro por inspiración divina, este paternal consejo procede en realidad de Jehová Dios y se dirige a nosotros. Aqui en este texto se nos recomienda obrar de acuerdo con los recordatorios de Dios su ley, o enseñanza, así como sus mandamientos, que están recogidos en la Biblia. 

 6-(Pr 3:3, 4). La bondad amorosa y la verdad han de estimarse como un collar inapreciable ‘atado alrededor de la garganta’, pues nos ayudan a ‘hallar favor a los ojos de Dios y del hombre terrestre’. Estas cualidades no solo deben verse exteriormente, sino que hemos de grabarlas ‘en la tabla del corazón’, hacer que sean parte esencial de nuestra personalidad.   La palabra del idioma original que se traduce “bondad amorosa” puede verterse también “amor leal”, y conlleva la idea de fidelidad, ser solidario y lealtad. ¿Estamos resueltos a mantenernos apegados a Jehová venga lo que venga? ¿Manifestamos bondad amorosa al tratar con los hermanos en la fe? ¿Nos esforzamos por permanecer unidos a ellos? En nuestra relación diaria con ellos, ¿tenemos ‘la ley de bondad amorosa en nuestra lengua’, incluso cuando las condiciones son difíciles? Jehová es “el Dios de la verdad”, y desea que quienes procuran tener intimidad con él también se apeguen a la verdad
  Dado que Jehová abunda en bondad amorosa, está “listo para perdonar”. Si nos hemos arrepentido de nuestros pecados pasados y estamos haciendo ahora sendas rectas para los pies, se nos asegura que vendrán “tiempos de refrigerio” de parte de Jehová.   Pero no podemos esperar que él sea nuestro Amigo si llevamos una doble vida, actuando de un modo cuando estamos con nuestros compañeros cristianos y de otro cuando estos no nos ven, como hacen los “hombres de falsedad”, que esconden la clase de personas que son. Eso sería una gran insensatez, puesto que “todas las cosas están desnudas y abiertamente expuestas a los ojos” de Jehová.
7- (Pr 3:5, 6) No cabe duda de que Jehová merece toda nuestra confianza. Es el Creador, y como tal es “vigoroso en poder” y la Fuente de “energía dinámica” (Isaías 40:26, 29). Puede llevar a cabo cuanto se propone. Su mismo nombre significa literalmente “Él Hace que Llegue a Ser”, lo que fortalece nuestra confianza en su capacidad para cumplir lo que promete. El hecho de que sea “imposible que Dios mienta” lo convierte en la personificación de la verdad (Hebreos 6:18).
 8-(Pr 3:7, 8).  Es una gran insensatez que nos ‘apoyemos en nuestro propio entendimiento’ o en el de personalidades ilustres del mundo, cuando podemos poner toda nuestra confianza en Jehová. “No te hagas sabio a tus propios ojos”, dice Salomón. Al contrario, aconseja: “Teme a Jehová y apártate de lo malo. Llegue a ser ello curación a tu ombligo y refrigerio a tus huesos”.  El temor saludable a desagradar a Dios debe dominar todas nuestras acciones, pensamientos y emociones. Ese temor reverencial nos impide hacer lo malo, y tiene efectos curativos y reparadores en sentido espiritual.
9- (Pr 3:10.) Si honramos a Jehová con nuestras cosas valiosas, no nos quedaremos sin recompensa. “Entonces tus almacenes ... estarán llenos de abundancia ...y tus propias tinas de lagar rebosarán de vino nuevo.” Aunque la prosperidad espiritual por sí misma no resulta en prosperidad material, el uso generoso de nuestros recursos para honrar a Jehová nos trae abundantes bendiciones. Hacer la voluntad de Dios fue como “alimento” nutritivo para Jesús (Juan 4:34). De igual modo, tomar parte en predicar y hacer discípulos, obra que glorifica a Jehová, nos alimenta. Si persistimos en esta labor, nuestros almacenes espirituales de abastecimientos estarán llenos de abundancia. Rebosaremos de gozo, simbolizado por el vino nuevo.
10-(Pr 5:3). ¿Aquien se le llama “mujer extraña” en este texto? A la prostituta, ó alguien que “ha olvidado el mismo pacto con el  Dios verdadero.

11- (Pr 6:1-5). ¿Qué debemos hacer si nos hallamos en aprietos por haber entrado en un negocio imprudente? (w00 15/9 págs. 25, 26).     El consejo es dejar aparte el orgullo y ‘humillarse e inundar con importunaciones a nuestro semejante’, es decir, con reiteradas peticiones. Debemos hacer todo lo que podamos por arreglar la situación.  Una obra de consulta lo aconseja: “Revuelva cielo y tierra hasta que llegue a un acuerdo con su adversario y arregle el asunto, de modo que su compromiso no se vuelva contra usted o los suyos”. Eso debe hacerse sin demora, pues mejor es retirarse de un compromiso imprudente, si es posible, que dejarse entrampar por él.
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1-¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
(Proverbios 6:6-8). Dios quiere que nosotros ‘veamos el bien por todo nuestro duro trabajo’ (Eclesiastés 3:13, 22; 5:18). Las hormigas tienen una organización maravillosa y cooperan muy bien unas con otras. Recogen instintivamente el alimento para el futuro. No tienen “comandante, oficial ni gobernante”. Es cierto que hay una hormiga reina, pero lo es solo en el sentido de que pone los huevos y es madre de la colonia. No da ningún tipo de órdenes. Aun sin capataz que las obligue ni supervisor que las controle, las hormigas trabajan incansablemente.
En  la predicación, la escuela, en nuestro lugar de trabajo y cuando participamos en actividades espirituales, debemos hacerlo todo tan bien  como las hormigas.

2-¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana pueden servirme en la predicación?
La conciencia limpia y la satisfacción personal son las recompensas del trabajo arduo (Eclesiastés 5:12). Deberíamos  ser industriosos como la hormiga. Trabajar arduamente el territorio, prepararnos para los estudios y revisitas e intentar mejorar la calidad de nuestro ministreio ya que este  trabajo nos beneficia, sea que nos supervisen o no. 

jueves, 29 de septiembre de 2016

SALMOS 142-150

1- Sl 143:8. ¿Cómo nos ayuda este versículo a vivir todos los días para la gloria de Dios? Al despertar cada mañana y darle gracias a Jehová por otro día más de vida, le pedimos, al igual que David, que nos ayude a tomar decisiones y actuar de la mejor manera. Sabemos que en nuestra vida diaria podemos honrar o deshonrar a Jehová. También tenemos presente que, según la Biblia, Satanás está acusando “día y noche” a los hermanos de Cristo y, de hecho, a todos los siervos de Dios en la Tierra (Rev. 12:10). Por lo tanto, estamos resueltos a desmentir las difamaciones del Diablo y a regocijar el corazón de Jehová rindiéndole servicio sagrado “día y noche” (Rev. 7:15; Pro. 27:11). “Sea que est[emos] comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa”, los cristianos dedicados nos esforzamos por “ha[cer] todas las cosas para la gloria de Dios” (1 Cor. 10:31).

2-(Sl 145:1, 2.) David deseaba alabar a Jehová Dios todo el día y por toda la eternidad. Aunque era el rey nombrado por Dios, David consideraba que el auténtico Rey de Israel era Jehová y por eso apreciaba la gobernación divina.

3-(Sal 145:3-9) Subraya un poderoso motivo para alabar a Jehová, “Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera, y su grandeza es inescrutable”. La grandeza de Jehová es insondable, no tiene límites. Los seres humanos no podemos escrutarla, abarcarla ni medirla completamente. No obstante, sin duda nos beneficiará examinar algunos ejemplos de ella.

Trate de recordar una ocasión en la que, alejado de las luces de la ciudad, alzó la vista a un despejado cielo nocturno. ¿No se maravilló al contemplar la multitud de estrellas que relumbraban en la negrura del espacio? ¿No se sintió impulsado a alabar a Jehová por su grandeza al crear todos esos cuerpos celestes? Sin embargo, lo que vio no es más que una fracción diminuta de las estrellas de la galaxia en que se halla el planeta Tierra. Y se calcula que hay más de cien mil millones de galaxias, de las cuales solo tres pueden verse sin telescopio. Realmente, las innumerables estrellas y galaxias que componen el vasto universo atestiguan el poder creador de Jehová y su inescrutable grandeza (Isaías 40:26).

4-(Sl 145:10-13). Los siervos leales de Jehová lo alaban. David apreciaba la gobernación de Dios y lo ensalzaba como Rey. ¿Sentimos nosotros el mismo aprecio por el amor con que Jehová gobierna? ¿Hablamos frecuentemente de su Reino a otras personas?

5-(Sl 145:14-16). Jehová cuida y apoya a sus siervos leales. Algunos dirigentes humanos se preocupan sinceramente por el bienestar de sus súbditos. Pero ni el más noble de ellos los conoce bien a todos. Preguntémonos: “¿Hay algún gobernante que se interese tanto por todos y cada uno de sus súbditos que acuda veloz en su ayuda cuando tienen problemas?”. Sí, lo hay. David escribió: “Jehová está sosteniendo a todos los que van cayendo, y está levantando a todos los que están encorvados”.

6- (Sl 145:21.) Aparte de su función como entrada al aparato digestivo, Dios también diseñó la boca para el don del habla, por lo que esta siempre debería redundar en alabanza al Creador. El salmista dijo que toda cosa que respiraba alabaría a Jehová, de modo que los seres humanos deben usar su boca en este sentido si desean vivir. (Sl 150:6; Ro 10:10.)

7-(Sl 150:6). ¿Qué obligación destaca el último versículo del libro de los Salmos? El apóstol Pablo explicó que no era suficiente la fe en Dios y en su Hijo, aunque se ejerciera con el corazón, sino que tenía que ir acompañada de declaración pública para conseguir la salvación.
¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana pueden servirme en la predicación?

miércoles, 21 de septiembre de 2016

SALMOS 135-141

1- (Sl 136:15). ¿Qué información añade este versículo al relato de Éxodo? En el relato del éxodo no se dice que Faraón entrase en el mar con sus fuerzas militares y fuese destruido, pero el Salmo 136:15 especifica que Jehová “sacudió a Faraón y su fuerza militar al mar Rojo”. Mediante una espectacular manifestación de su poder, Jehová exaltó su nombre y libró a Israel. Ya a salvo en la orilla oriental del mar Rojo, Moisés dirigió a los hijos de Israel en canción, mientras su hermana Míriam, la profetisa, tomó una pandereta en su mano y dirigió a todas las mujeres con panderetas y en danzas, respondiendo en canción a los hombres. (Éx 15:1, 20, 21.) Se había producido una total separación entre Israel y sus enemigos. Una vez salieron de Egipto, no se permitió que hombre o bestia les causara daño; ningún perro ni siquiera les gruñó ni movió su lengua contra ellos.

2- (Sl 139:13.) Todos comenzamos nuestra existencia en el vientre materno como una sola célula, más pequeña que el punto que cierra esta oración, un laboratorio de química en miniatura. Su desarrollo fue muy rápido. Al cabo de dos meses, ya se habían formado los órganos principales. Entre ellos se encuentran los riñones, que para el momento de nuestro nacimiento estaban listos para filtrar la sangre, eliminando las toxinas y el exceso de agua y reteniendo los nutrientes. Cuando ambos riñones funcionan bien, filtran el agua de toda la sangre (alrededor de cinco litros en un adulto) ¡cada cuarenta y cinco minutos!

3- (Sl 139:14). Observar las obras de Jehová fortalece nuestro amor por él. El rey David estaba convencido de que el Hacedor merece ser alabado por sus formidables creaciones. Aunque vivió mucho antes de esta era científica, percibió admirables ejemplos de la obra creativa de Dios a su alrededor. Muchas personas, entre ellas científicos, sostienen que hay pruebas de que el universo es la obra de un Hacedor sabio, poderoso y benevolente. Cuando contemplamos las obras de Jehová, aumentan nuestro amor y gratitud a él y nuestra confianza en sus promesas para el futuro; esto, a su vez, nos motiva a conocerlo aún mejor y a servirle.

4- (Sl 139:15,16). Nuestras células y genes resaltan el poder y la sabiduría de Jehová, todos comenzamos nuestra existencia en el vientre materno como una sola célula. Las instrucciones para la formación de nuestro cuerpo se hallan “escritas” en la estructura química del ADN. La célula original se dividió una y otra vez, y al poco tiempo las nuevas células empezaron a diferenciarse, o especializarse, transformándose en células nerviosas, musculares, de la piel, etc. Las de un mismo tipo se agruparon para formar los tejidos y luego los órganos. Por ejemplo, durante la tercera semana después de la concepción se inició la formación del esqueleto.

Este asombroso proceso de desarrollo tuvo lugar dentro del seno materno, oculto a la vista humana, como si fuera en las profundidades de la Tierra. La primera célula contenía todos los planos para formar nuestro cuerpo. Estos determinaron nuestro desarrollo durante los nueve meses que estuvimos en la matriz y durante las más de dos décadas que nos tomó llegar a la edad adulta. A lo largo de este período, el cuerpo pasó por múltiples etapas, todas ellas dirigidas por la información programada en el interior de aquella célula original.

5- (Sl 139:17,18). La capacidad del ser humano para comunicarse y razonar es única. La diferencia más notable entre el hombre y los animales es nuestra capacidad para meditar en los pensamientos de Dios. Los animales también están maravillosamente hechos, y algunos poseen sentidos y capacidades superiores a los de los humanos. No obstante, Dios dotó al hombre de facultades
mentales que sobrepasan, con mucho, a las de cualquier animal.

6- (Sl 139:19-22). Por haber sido creados a imagen y semejanza de Dios, poseemos la facultad del libre albedrío, pudiendo así elegir entre el bien o el mal. Tal libertad conlleva una responsabilidad moral. David no quería ser contado entre los malvados. Quería evitar cometer errores dolorosos. Por eso, tras reflexionar sobre el conocimiento absoluto que Jehová tenía de él, le suplicó humildemente que examinara lo más recóndito de su ser y lo guiara por el camino que lleva a la vida. Las justas normas morales de Dios son para todos, por lo que también nosotros debemos elegir bien. Jehová nos exhorta a obedecerle. Si lo hacemos, gozaremos de su favor y de innumerables recompensas (Juan 12:50; 1 Timoteo 4:8). Caminar con Jehová día a día nos infundirá paz interior, aun cuando nos hallemos en graves dificultades (Filipenses 4:6, 7).

7- (Sl 139:23, 24.) David estaba al tanto de que Jehová lo sabía todo acerca de él: nada de lo que pensaba, decía o hacía escapaba a la vista de su Hacedor (Salmo 139:1-12; Hebreos 4:13). El conocimiento tan íntimo que Dios tenía de él le infundía gran seguridad, la misma que siente un niñito en los brazos de sus cariñosos padres. David valoraba muchísimo su estrecha relación con Jehová y se esforzaba por mantenerla viva, meditando profundamente en sus obras y orándole. De hecho, un buen número de los salmos de David son en esencia oraciones para ser cantadas. De igual manera, la meditación y la oración nos ayudan a nosotros a acercarnos a Jehová.

8- (Sl 141:5). ¿Qué reconoció el rey David? Para lograr que un pecador se arrepienta se necesita amor, pero también firmeza. David agradecía la corrección, aunque fuera dolorosa, pues comprendía que era para su bien. A fin de entender mejor estas palabras, pensemos en la siguiente situación. Imaginemos que un frío día de invierno un grupo está escalando una montaña cubierta de nieve. Uno de ellos, agotado, comienza a congelarse y a dormirse. Pero si se queda dormido en la nieve, su muerte será segura. Por eso, uno de sus compañeros trata de mantenerlo despierto dándole unas bofetadas en la cara mientras llega el equipo de rescate.

Aunque sean dolorosas, esas bofetadas le pueden salvar la vida. De la misma manera, la expulsión puede ser la disciplina que necesita el pecador. Unos diez años después de ser expulsado, el hijo de Julian mencionado antes limpió su vida y volvió a la congregación. Hoy es anciano y reconoce lo siguiente: “La expulsión me obligó a enfrentarme con las consecuencias de mis decisiones. Realmente necesitaba esa disciplina” (Heb. 12:7-11).

miércoles, 14 de septiembre de 2016

Miércoles 14 de septiembre
No digas: “Tal como me hizo, así voy a hacerle a él” (Prov. 24:29).

Seguro que alguna vez hemos escuchado decir: “Voy a pagarle con la misma moneda”. Jesús nos aclaró cuál es la mejor manera de reaccionar cuando nos han tratado mal. La norma de conducta que recomendó es lo que comúnmente llamamos la Regla de Oro: “Así como quieren que los hombres les hagan a ustedes, háganles de igual manera a ellos” (Luc. 6:31). Con estas palabras quiso decir que debemos tratar a los demás como nos gustaría que nos trataran a nosotros, y no devolver mal por mal. En el matrimonio, esto significa que tenemos que aportar a la relación lo que nos gustaría sacar de ella. Los esposos y las esposas fortalecen su unión al estar pendientes de los sentimientos del otro. “Intentamos poner en práctica la Regla de Oro —dice un hermano de Sudáfrica—. Lógico, a veces nos enojamos, pero nos esforzamos mucho por tratar al otro como nos gustaría ser tratados: con respeto y dignidad.” w15 15/1 3:14, 15

martes, 13 de septiembre de 2016

SALMOS 120-134
1- (Sal 120:1-7) La calumnia y el sarcasmo ocasionan terribles sufrimientos. Un modo de demostrar que “abog[amos] por la paz” es refrenar la lengua.  Si tenemos que soportar la “lengua mañosa” de alguien, nos consolará saber que Jehová arreglará los asuntos en su debido momento. Los calumniadores sufrirán calamidad a manos de “un poderoso”. Serán consumidos por el juicio destructor de Jehová, simbolizado por las “brasas ardientes de las retamas”.

2- (Sal 121:1,2) Jehová es el Creador nos transmite confianza.  El escritor no dirigió la vista a un cerro cualquiera. Cuando escribió estas palabras, el templo de Jehová estaba en Jerusalén, la ciudad de la morada del Altísimo. Puede que haya mirado hacia el monte donde se ubicaba el templo, confiado en que Dios lo socorrería. ¿Por qué estaba tan convencido de recibir su apoyo? Porque Jehová es “el Hacedor del cielo y de la tierra”. Así pues, lo que el escritor dio a entender fue esto: “¡Nada va a impedir que el Creador omnipotente me auxilie!”

3- (Sal 121:3,4). Jehová está atento a las necesidades de sus siervos .  Efectivamente, es inimaginable que Dios permita que quien confía en él “tambalee” o sufra caídas irremediables.  ¿Por qué? Porque es como un pastor vigilante que vela por sus ovejas. ¿No nos transmite seguridad esta imagen? Ni por un instante cerrará él los ojos a las necesidades de sus siervos. Día y noche los guarda.

4- (Sal 121:5,6). Jehová es el leal Protector de su pueblo.  En el Oriente Medio, el caminante agradecía las sombras, pues lo amparaban del sol abrasador. Pues bien, Jehová es para sus siervos como una sombra que los resguarda del calor ardiente de la calamidad. Obsérvese que Él está a la “mano derecha”. En las batallas de la antigüedad, el soldado dejaba su diestra un tanto desprotegida, ya que sostenía el escudo con la mano izquierda. Por ello, había veces en las que un amigo fiel luchaba a su derecha para cubrirlo. Jehová, igual que el buen amigo, permanece al lado de sus siervos, siempre dispuesto a apoyarlos.

5- (Sal 121:7,8) Se les  asegura a los verdaderos siervos de Dios que Él seguirá auxiliándolos en el futuro. No importa dónde vayan ni qué calamidades afronten, nunca estarán fuera del alcance de su mano protectora (Proverbios 12:21).

6- (Sal 122:3-4) Dentro de poco, cuando comiencen tiempos de angustia para este sistema, nosotros tendremos que estar muy unidos. La unidad espiritual que necesitaremos podría compararse a la proximidad que había entre las casas de Jerusalén. Gracias a eso, sus habitantes podían ayudarse y protegerse mutuamente. anto ahora como en los tiempos difíciles que se avecinan, nosotros también debemos permanecer muy juntos, muy unidos.

7-  (Sal 123:2)Los siervos miraban a las manos de sus amos por dos motivos: para ver lo que querían y para recibir protección y sustento. Igualmente, nosotros acudimos a Jehová para saber su voluntad y obtener su favor.

8- (Sal 126:1-6) Los que regresaron de Babilonia se sentían muy felices por su liberación, pero posiblemente lloraron al sembrar semilla en el suelo desolado que no se había trabajado durante setenta años. No obstante, Jehová les hizo volver por causa de Su nombre, y los que llevaron adelante la siembra y la obra de reconstrucción disfrutaron del fruto de su trabajo. Por un tiempo, cuando se paralizó la construcción del templo, Jehová retuvo el fruto de la tierra, pero mediante los profetas Ageo y Zacarías se volvió a animar al pueblo a que emprendiera la actividad y recibió otra vez el favor de Dios. Jehová utiliza el proceso de la siembra y el crecimiento para ilustrar la seguridad del cumplimiento de su palabra. (Isa 55:10, 11.)

9-  (Sal 127:1, 2). Debemos buscar la guía de Jehová en todo lo que hagamos.

10- (Sal 127:3) ¿Por qué puede calificarse de milagro lo que ocurre en el seno materno?  Meditemos en las maravillas que hizo posible Jehová al crear a los primeros padres de la forma en que los creó. Las células que aportaron tanto Adán como Eva permitieron que se desarrollara en la matriz de la mujer un ser plenamente formado: el primer bebé humano (Génesis 4:1). Hasta el día de hoy nos llena de asombro lo que para muchos constituye un auténtico milagro: la concepción y el nacimiento de una criatura.
 En unos doscientos setenta días, la nueva célula, fruto de la unión del padre y de la madre, se transforma en una criatura que consta de billones de células, las cuales han ido diferenciándose en más de doscientas clases según las instrucciones contenidas en la célula original. Siguiendo esas maravillosas instrucciones —que escapan al entendimiento humano—, estas células de admirable complejidad se multiplican en el orden y modo preciso para formar un nuevo ser humano.
11-(Sal 127:4-5) A los hijos se les compara con flechas, y al padre, con un guerrero poderoso. Tal como un arquero sabe que las flechas no dan en el blanco por casualidad, los padres amorosos comprenden que la educación de los hijos no puede dejarse al azar. Quieren que sus hijos alcancen determinado “blanco”: que se conviertan en adultos responsables y felices. Desean que tomen buenas decisiones, sean sabios, se eviten problemas innecesarios y alcancen metas que merezcan la pena. Pero no basta con que los padres quieran eso.
¿Qué hace falta para que una flecha dé en el blanco? Hay que prepararla con cuidado, protegerla bien y dispararla con fuerza hacia el blanco. De la misma manera, para que los niños lleguen con éxito a la edad adulta, hay que prepararlos, protegerlos y darles dirección. Analicemos uno por uno estos tres aspectos de la educación de los hijos.

12- (Sal 130:3). Jehová no nos espía para descubrir toda falta y error que cometamos.  Si nos acercamos a Jehová con un corazón completo, sus ojos estarán sobre nosotros, pero no para condenarnos, sino para observar nuestro esfuerzo y contestar nuestras peticiones de ayuda y perdón. El apóstol Pedro señaló: “Los ojos de Jehová están sobre los justos, y sus oídos están hacia su ruego; pero el rostro de Jehová está contra los que hacen cosas malas” (1 Pedro 3:12).

13- (Sal 131:1-3) David aprendió a calmar su alma tal como el niño que deja la lactancia aprende a hallar consuelo y satisfacción en los brazos maternales. Logró tranquilizarse “como un niño destetado sobre su madre”.  Evitando la altivez de corazón, la altanería de ojos y la búsqueda de cosas demasiado grandes para él. En vez de anhelar prominencia, David reconoció por lo general sus limitaciones y fue humilde. Nosotros haremos bien en imitar su actitud, sobre todo si estamos esforzándonos por conseguir privilegios de servicio en la congregación.

14- (Sal 133:1-3. La unidad del pueblo de Jehová nos sosiega, nos sana y nos reanima. No debemos perturbarla con críticas, disputas ni quejas.