SALMOS 142-150
1- Sl 143:8. ¿Cómo nos ayuda este versículo a vivir todos los días para la gloria de Dios? Al despertar cada mañana y darle gracias a Jehová por otro día más de vida, le pedimos, al igual que David, que nos ayude a tomar decisiones y actuar de la mejor manera. Sabemos que en nuestra vida diaria podemos honrar o deshonrar a Jehová. También tenemos presente que, según la Biblia, Satanás está acusando “día y noche” a los hermanos de Cristo y, de hecho, a todos los siervos de Dios en la Tierra (Rev. 12:10). Por lo tanto, estamos resueltos a desmentir las difamaciones del Diablo y a regocijar el corazón de Jehová rindiéndole servicio sagrado “día y noche” (Rev. 7:15; Pro. 27:11). “Sea que est[emos] comiendo, o bebiendo, o haciendo cualquier otra cosa”, los cristianos dedicados nos esforzamos por “ha[cer] todas las cosas para la gloria de Dios” (1 Cor. 10:31).
2-(Sl 145:1, 2.) David deseaba alabar a Jehová Dios todo el día y por toda la eternidad. Aunque era el rey nombrado por Dios, David consideraba que el auténtico Rey de Israel era Jehová y por eso apreciaba la gobernación divina.
3-(Sal 145:3-9) Subraya un poderoso motivo para alabar a Jehová, “Jehová es grande y ha de ser alabado en gran manera, y su grandeza es inescrutable”. La grandeza de Jehová es insondable, no tiene límites. Los seres humanos no podemos escrutarla, abarcarla ni medirla completamente. No obstante, sin duda nos beneficiará examinar algunos ejemplos de ella.
Trate de recordar una ocasión en la que, alejado de las luces de la ciudad, alzó la vista a un despejado cielo nocturno. ¿No se maravilló al contemplar la multitud de estrellas que relumbraban en la negrura del espacio? ¿No se sintió impulsado a alabar a Jehová por su grandeza al crear todos esos cuerpos celestes? Sin embargo, lo que vio no es más que una fracción diminuta de las estrellas de la galaxia en que se halla el planeta Tierra. Y se calcula que hay más de cien mil millones de galaxias, de las cuales solo tres pueden verse sin telescopio. Realmente, las innumerables estrellas y galaxias que componen el vasto universo atestiguan el poder creador de Jehová y su inescrutable grandeza (Isaías 40:26).
4-(Sl 145:10-13). Los siervos leales de Jehová lo alaban. David apreciaba la gobernación de Dios y lo ensalzaba como Rey. ¿Sentimos nosotros el mismo aprecio por el amor con que Jehová gobierna? ¿Hablamos frecuentemente de su Reino a otras personas?
5-(Sl 145:14-16). Jehová cuida y apoya a sus siervos leales. Algunos dirigentes humanos se preocupan sinceramente por el bienestar de sus súbditos. Pero ni el más noble de ellos los conoce bien a todos. Preguntémonos: “¿Hay algún gobernante que se interese tanto por todos y cada uno de sus súbditos que acuda veloz en su ayuda cuando tienen problemas?”. Sí, lo hay. David escribió: “Jehová está sosteniendo a todos los que van cayendo, y está levantando a todos los que están encorvados”.
6- (Sl 145:21.) Aparte de su función como entrada al aparato digestivo, Dios también diseñó la boca para el don del habla, por lo que esta siempre debería redundar en alabanza al Creador. El salmista dijo que toda cosa que respiraba alabaría a Jehová, de modo que los seres humanos deben usar su boca en este sentido si desean vivir. (Sl 150:6; Ro 10:10.)
7-(Sl 150:6). ¿Qué obligación destaca el último versículo del libro de los Salmos? El apóstol Pablo explicó que no era suficiente la fe en Dios y en su Hijo, aunque se ejerciera con el corazón, sino que tenía que ir acompañada de declaración pública para conseguir la salvación.
¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana pueden servirme en la predicación?
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