SALMOS 92-101
1-(Salmo 92:12-14). ¿Por qué puede decirse que el justo “florecerá como lo hace una palmera”? Las palmeras datileras son conocidas por su productividad. Igualmente, la persona justa es recta a los ojos de Jehová y no deja de producir “fruto excelente”, lo que incluye buenas obras (Mateo 7:17-20). Metafóricamente hablando, quienes sirven fielmente a Dios durante su vejez tienen mucho en común con la elegante palmera. “La canicie es corona de hermosura cuando se halla en el camino de la justicia”, afirma Proverbios 16:31. Aunque sus fuerzas hayan menguado con el paso de los años, los ancianos pueden conservar su vitalidad espiritual al estudiar con regularidad la Palabra de Dios, la Biblia (Salmo 1:1-3; Jeremías 17:7, 8). Gracias a sus afectuosas palabras y su excelente ejemplo, los ancianos fieles son una fuente inagotable de ánimo para los demás y siguen dando fruto año tras año (Tito 2:2-5; Hebreos 13:15, 16). Al igual que las palmeras, quienes han envejecido siguen floreciendo.
2-(Salmo 92:13, 14). Hoy día debemos estar pendientes de ayudar a los cristianos enfermos o de edad avanzada. Algunos darían cualquier cosa por asistir a todas las reuniones y asambleas, pero solo pueden hacerlo en contadas ocasiones. ¿Qué se puede hacer por ellos? Hay congregaciones que amorosamente lo organizan todo para que escuchen las reuniones por teléfono. En otros casos, esto quizás no sea posible. Pero incluso quienes no tienen la posibilidad de beneficiarse de las reuniones pueden apoyar la adoración verdadera. Por ejemplo, sus oraciones contribuyen al progreso de la congregación.
3-(Salmo 92:14, 15). Si los hermanos de mayor edad estudian a conciencia la Palabra de Dios y se reúnen regularmente con el pueblo de Jehová, seguirán siendo ‘gordos y frescos’ —vigorosos en sentido espiritual— y muy valiosos para la congregación.
4-(Salmo 92:15). Los siervos de Dios de edad avanzada cumplen gozosamente con su responsabilidad de “anunciar que Jehová es recto”. Si usted es un cristiano mayor, sus palabras y acciones pueden demostrar a otros que ‘Jehová es su Roca, en quien no hay injusticia’. La palmera da testimonio mudo de las cualidades superlativas del Creador. Pero Jehová le ha dado a usted el privilegio de dar testimonio de él a los que están abrazando la adoración verdadera (Deuteronomio 32:7; Salmo 71:17, 18; Joel 1:2, 3). ¿Por qué es importante que lo haga?
Cuando Josué, caudillo de Israel, “era viejo y avanzado en días”, “procedió a llamar a todo Israel, a sus ancianos y sus cabezas y sus jueces y sus oficiales”, y a recordarles que Jehová es recto en sus tratos. Les dijo: “Ni una sola palabra de todas las buenas palabras que Jehová su Dios les ha hablado ha fallado. Todas se han realizado para ustedes” (Josué 23:1, 2, 14). Estas palabras fortalecieron por un tiempo su determinación de mantenerse fieles. Pero tras la muerte de Josué, “empezó a levantarse otra generación que no conocía a Jehová ni la obra que él había hecho por Israel. Y los hijos de Israel se pusieron a hacer lo que era malo a los ojos de Jehová, y a servir a los Baales” (Jueces 2:8-11).
5-(Salmo 94:19). Sea cual sea el motivo de nuestros “pensamientos inquietantes”, si leemos y meditamos en las “consolaciones” que se hallan en la Biblia, nos sentiremos reconfortados.
6-(Salmo 95:7, 8). Para evitar que se nos endurezca el corazón, debemos escuchar los consejos bíblicos, prestarles atención y obedecerlos con prontitud (Hebreos 3:7, 8).
7-(Salmo 96:1) El Salmo 96:1 se refiere a la gente de la tierra.* En la Biblia, la palabra tierra no se refiere siempre a nuestro globo terráqueo. Por ejemplo, dice literalmente: ‘Cante a Jehová, toda la tierra’. Sabemos que nuestro planeta —la tierra firme y los inmensos océanos— no pueden cantar. Es la gente quien canta.
8-(Salmo 98:1) Se habla de “una canción nueva” no solo en los Salmos, sino también en los escritos de Isaías y del apóstol Juan. Un examen del contexto pone de manifiesto que esta “canción nueva” se suele cantar debido a un hecho nuevo en el ejercicio que Jehová hace de su soberanía universal. Como se proclama gozosamente en el Salmo 96:10: “Jehová mismo ha llegado a ser rey”. Los hechos nuevos relacionados con la extensión que Jehová da a su realeza, así como el significado de estos para el cielo y la tierra, configuran el tema de esta “canción nueva”. (Sl 96:11-13; 98:9; Isa 42:10, 13.)
9-(Salmo 99:1-3, 5-7). Como indica este salmo, Moisés, Aarón y Samuel apoyaron de todo corazón la religión verdadera de su día. Hoy, los cristianos ungidos sirven en el patio terrestre del templo espiritual antes de ir al cielo para ser sacerdotes con Jesús. Y hay millones de “otras ovejas” que colaboran lealmente con ellos (Juan 10:16). Aunque esperan vivir en lugares distintos, los dos grupos alaban juntos a Jehová aquí en la Tierra. Sin embargo, cada uno de nosotros debería preguntarse: “¿Apoyo con toda el alma la religión que adora al Dios vivo?”.
10-(Salmo 100:3). Jehová tiene interés especial por la nación de Israel porque es Sú posesión. La creó, en cumplimiento de un pacto con Abrahám (Génesis 12:1-3). Por eso dice: “Sepan que Jehová es Dios. Es él quien nos ha hecho, [...] Somos su pueblo, y las ovejas de su apacentamiento”. Como Creador y Recomprador de Israel, lo conducirá sano y salvo a su tierra. Ni aguas ni ríos crecidos ni desiertos abrasadores los detendrán ni les causarán daño, tal como obstáculos parecidos no frenaron la marcha de sus antepasados hacia la Tierra Prometida mil años antes.
11-(Salmo 100:4, 5). Hoy está entrando en los patios del santuario de Jehová gente de todas las naciones, y por ello podemos alabarlo y darle gracias. ¿Damos gracias a Dios por el Salón del Reino local y demostramos nuestro agradecimiento reuniéndonos regularmente con aquellos que lo aman? Mientras estamos allí, ¿elevamos la voz con entusiasmo en cánticos de alabanza y agradecimiento a nuestro amoroso Padre celestial?
12-(Salmo 101:2). Para andar con Jehová, tenemos que verlo como alguien muy real. Recordemos que Jehová les aseguró a los fieles israelitas de la antigüedad que no se estaba ocultando de ellos. De igual modo, él se revela hoy a su pueblo como el Magnífico Instructor. ¿Vemos a Jehová así de real, como si estuviera delante de nosotros instruyéndonos? Esa es la clase de fe que necesitamos para andar con él. Moisés tuvo tal fe “porque continuó constante como si viera a Aquel que es invisible” (Hebreos 11:27). Si Jehová es real para nosotros, tendremos en cuenta sus sentimientos a la hora de tomar una decisión. Por ejemplo, ni por un momento pensaremos en hacer algo malo y luego ocultárselo a los ancianos de la congregación o a nuestra familia; más bien, procuraremos andar con Dios aun cuando ningún ser humano nos esté viendo. Nuestra determinación es la misma del antiguo rey David: “Andaré en la integridad de mi corazón dentro de mi casa”.
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