Salmos 52-59
1. Sl 52:8). Si obedecemos y aceptamos la disciplina de Jehová de buenagana, podemos ser como un “olivo frondoso en la casa de Dios” estaremos cerca de Jehová y seremos productivos en su servicio (Hebreos 12:5, 6).
2. Sl 53:1). ¿En qué sentido es “insensato” el que niega la existencia de Dios? La insensatez a la que alude este versículo no es ninguna deficiencia intelectual. Se refiere a la persona moralmente insensata, del desplome moral que provoca esa actitud.
3. Sl 54:1) ¿Por qué dijo David “sálvame por tu nombre”? El nombre divino no tiene poderes místicos, pero puede representar a Dios mismo. Mediante esta súplica, David reconoció que Jehová tiene el poder para salvar a Su pueblo. (Éxodo 6:1-8.) Aunque los zifeos le revelaron al rey Saúl dónde se hallaba David, una invasión de los filisteos detuvo la persecución de Saúl contra David. De modo que Jehová ciertamente salvó a David.
4. Sl 55:4, 5, 12-14, 16-18). La conspiración de su propio hijo Absalón y la traición de Ahitofel, su consejero de confianza, le causaron un profundo dolor a David. Sin embargo, la confianza de David en Jehová no disminuyó. Igual que David nosotros nunca debemos permitir que los sentimientos de dolor y angustia debiliten nuestra confianza en Dios.
5. Sl 55:22). Arrojamos nuestras cargas sobre Jehová cuando: 1) le decimos en oración qué es lo que nos preocupa, 2) acudiendo a su Palabra y organización en busca de guía y apoyo, y 3) haciendo lo que razonablemente podamos para resolver la situación (Proverbios 3:5, 6; 11:14; 15:22; Filipenses 4:6, 7).
6. Sl 56:8). ¿Qué quiso decir David con las palabras “pon mis lágrimas, sí, en tu odre”? Los odres eran recipientes muy comunes en la época de David. Se fabricaban con la piel de una oveja o una cabra y se usaban para almacenar agua, aceite, vino o mantequilla. Todavía hoy los utilizan algunas tribus nómadas del Sahara, como los tuaregs. Estos recipientes pueden albergar grandes cantidades de agua —según el tamaño del animal y son bien conocidos por su capacidad para mantener fresco el contenido, incluso bajo el sofocante sol del desierto. En el pasado solían transportarse sobre un camello o un asno, aunque en la actualidad no es raro verlos atados a algún vehículo todoterreno.
David estaba convencido de que Jehová comprendía lo mucho que él sufría y que tenía muy presentes todas y cada una de las lágrimas que él había derramado. Está claro, por tanto, que nuestro Creador se interesa por todos los que se esfuerzan por obedecerle, “aquellos cuyo corazón es completo para con él”. Debemos arrojar nuestras cargas sobre Jehová porque el conoce nuestra situación, y el efecto emocional que nos produce.
7. Sl Sl 57:6). Tal hoyo indica que había circunstancias peligrosas o intrigas que pondrían en peligro a los siervos de Jehová. Los opositores del pueblo de Dios pueden caer en sus propias trampas malvadas. Por lo tanto, si confiamos en Jehová y ejercemos cautela, nuestra liberación es segura. (Proverbios 11:21; 26:27.)
8. Sl 58:3-5). ¿De qué manera son los inicuos como una serpiente? Las mentiras que dicen sobre otras personas son como la ponzoña de una serpiente. Dañan la buena reputación de sus víctimas. “Como la cobra que tapa su oído”, los inicuos no escuchan la dirección ni la corrección.
9. Sl 58:7). ¿En qué sentido ‘se disuelven los inicuos como en aguas que van corriendo’? Puede que David pensara en las aguas de ciertos valles torrenciales de la Tierra Prometida. Aun si una inundación repentina aumentaba el nivel de agua en esos valles, dichas aguas corrían y desaparecían rápidamente. David estaba pidiendo a Jehová que los malvados desaparecieran con rapidez.
10. Sl 59:1, 2). ¿Qué nos enseña sobre la oración lo que hizo David? Que no es suficiente con darle a conocer nuestros problemas a Jehová. Tenemos que actuar en conformidad con lo que pedimos. Además de orar, David escuchó a su esposa y huyó (1 Sam. 19:11, 12). Nosotros podemos pedir que se nos dé sabiduría para comprender cómo afrontar nuestra situación e incluso hacer que mejore
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