1- Sl 34:8,9)Jehová es digno de temor por ser el Creador y el Soberano del universo (1 Pedro 2:17). Sin embargo, no se trata de tenerle terror a un dios cruel, sino de tenerle respeto reverencial a Jehová por ser quien es y temer ofenderlo. El temor de Dios es un sentimiento noble y edificante, no uno que deprime o aterra.
Muchos ministros de la cristiandad que predican el temor de Dios suelen recurrir a una doctrina que bíblicamente carece de base, a saber, que Dios castiga a los pecadores en el fuego eterno. Esta doctrina es contraria a la enseñanza bíblica de que Jehová es un Dios amoroso y justo (Génesis 3:19; Deuteronomio 32:4; Romanos 6:23; 1 Juan 4:8). Pero hay otros que hacen lo opuesto: nunca mencionan el temor de Dios y sostienen que él es indulgente y acepta prácticamente a todo el mundo sin importar cómo viva. Tampoco esto es lo que enseña la Biblia (Gálatas 5:19-21).
2- Sl 34:11) Era natural que David se dirigiera a sus seguidores como “hijos”, pues ellos lo consideraban su líder. Quienes siguen el ejemplo de Jesús y obedecen su doctrina están, en realidad, aceptando una invitación similar a la que hizo David. Él, por su parte, les brindó ayuda espiritual a fin de que gozaran de unidad y del favor divino: un magnífico ejemplo para los padres cristianos, a quienes se ha conferido autoridad divina para criar a sus hijos “en la disciplina y regulación mental de Jehová” (Efesios 6:4). Si les hablan de asuntos espirituales todos los días y dirigen un estudio bíblico regular con ellos, los ayudarán a temer a Jehová y ser felices (Deuteronomio 6:6, 7).
3- Sl 34:13) Guardar la lengua de lo malo supone abstenerse del chisme, que es tan perjudicial. Siempre debemos procurar que nuestras conversaciones sean edificantes y tener el valor de decir la verdad (Efesios 4:25, 29, 31; Santiago 5:16).
4- Sl 34:18)¿Qué hace Jehová por los están “quebrantados de corazón” y “aplastados en espíritu”? (w11 1/6 pág. 19).
Como un padre amoroso que abraza y reconforta a un hijo angustiado, Jehová está cerca de sus siervos que claman a él por socorro, pues anhela consolar y sanar su quebrantado corazón y su espíritu aplastado. Dios puede darles la sabiduría y la fortaleza necesarias para hacer frente a cualquier adversidad (2 Corintios 4:7; Santiago 1:5).
“Jehová está cerca.” Esta frase es “una manera muy expresiva de decir que está atento, siempre listo para auxiliar y salvar a su pueblo”. Es reconfortante saber que Jehová vela por sus siervos, que está pendiente de las situaciones que atraviesan en estos “tiempos críticos” y que conoce sus sentimientos más recónditos (2 Timoteo 3:1; Hechos 17:27).
“Quebrantados de corazón.” En algunas culturas, expresiones , como “tener el corazón roto”, quizá tengan connotaciones románticas. Pero las palabras de David se refieren a “un dolor y pesar más general”. Y lo cierto es que los siervos fieles de Dios pueden sufrir graves dificultades que quebranten su corazón.
“Aplastados en espíritu.” Una persona desanimada a veces se ve tan insignificante que pierde momentáneamente toda esperanza. Un manual para traductores de la Biblia indica que esta expresión se puede verter como “quienes no tienen nada bueno que esperar”.
5- Sl 34:20. ¿Cómo se cumplió en Jesús esta profecía? (w13 15/12 pág. 21 párr. 19).
Jesús, “el Cordero de Dios”, que vino a dar su vida para rescatarnos. (Juan 1:29.) Fue colgado en un madero con un criminal a cada lado. Los judíos le pidieron a Pilato que a los tres se les rompieran las piernas para acelerar su muerte y evitar que estuvieran colgados hasta el día 15 de nisán, que era un sábado por partida doble. Los soldados se lo hicieron a los dos criminales, “pero al venir a Jesús, como vieron que ya estaba muerto, no le quebraron las piernas” (Juan 19:31-34). Eso se correspondió con lo que se hacía con el cordero pascual; así que, en ese sentido, aquel cordero fue “una sombra” de las cosas que iban a ocurrir el 14 de nisán del año 33 (Heb. 10:1).
La esperanza de la resurrección también nos fortalece a nosotros, pues sabemos que nada de lo que los enemigos hagan nos causará daño permanente (Mateo 10:28). David expresó la misma confianza al decir: “Él está guardando todos los huesos [del justo]; ni siquiera uno de ellos ha sido quebrado” (Salmo 34:20). Este versículo se cumplió de forma literal en el caso de Jesús. Aunque sufrió una muerte cruel, ni uno de sus huesos fue “quebrantado” (Juan 19:36). En una aplicación extendida, Salmo 34:20 nos garantiza que sean cuales sean las pruebas que afronten los cristianos ungidos y sus compañeros de las “otras ovejas”, nunca sufrirán una lesión permanente. Hablando de manera figurativa, sus huesos nunca serán quebrantados (Juan 10:16).
6- Sl. 35:11). Al igual que David, el Mesías sería víctima de falsos testimonios. “Testigos violentos se levantan; lo que no he sabido me preguntan”.En conformidad con estas palabras proféticas, “los sacerdotes principales y todo el Sanedrín buscaban testimonio falso contra Jesús a fin de darle muerte” (Mat. 26:59). “Muchos, en realidad, testificaban falsamente contra él, pero sus testimonios no estaban de acuerdo.” (Mar. 14:56.) Tan rabiosos estaban los enemigos de Cristo que no dudaron en recurrir a declaraciones falsas para lograr que lo mataran.
7- Sl 37:1, 2) “No envidiar a los que hacen injusticia”. Nunca permita que el éxito temporal de los malvados lo distraiga de servir a Jehová. Mantengase concentrado en las metas y bendiciones espirituales que tenga.
Los medios de comunicación nos bombardean con las injusticias que se producen a diario: empresarios que cometen fraudes impunemente, criminales que se aprovechan de gente indefensa, asesinos a quienes no se descubre o no se castiga. Casos como estos en los que se pervierte la justicia pueden enfurecernos y perturbar nuestra paz interior. El supuesto éxito de los malhechores puede incluso originar sentimientos de envidia. Pero ¿logramos algo disgustándonos? ¿Cambiará el destino de los inicuos el hecho de que envidiemos sus aparentes ventajas? Desde luego que no. Y, además, no tenemos por qué estar ‘acalorados’
El salmista responde: “Porque, como hierba, rápidamente se marchitarán, y como hierba verde nueva se desvanecerán” (Salmo 37:2). La hierba verde nueva puede ser hermosa, pero no tarda en marchitarse y morir. Lo mismo sucede con los malhechores. Su aparente prosperidad no es permanente. Cuando les llega la muerte, de nada les sirven sus ganancias ilícitas. La justicia alcanza finalmente a todos. Como escribió Pablo, “el salario que el pecado paga es muerte” (Romanos 6:23). Al final, los malhechores y todos los que practican la injusticia no recibirán más que su “salario”.
8-Sl 37:3) Mantenga su confía en Jehová y haga el bien. Confíe en que Jehová cuidará de usted cuando tenga dudas o se sienta angustiado. Él lo ayudará a seguir siendo leal. Mantengase ocupado predicando las buenas nuevas del Reino de Dios. ¿Qué beneficios obtenemos de actuar “con fidelidad”? Jehová recompensa nuestra perseverancia fiel en predicar las buenas nuevas dondequiera que vivamos y a quienquiera que encontremos.
Si nos sentimos intranquilos por el aumento del desafuero en este sistema de cosas, tenemos que apoyarnos aún más en Jehová. Así como cuando nos torcemos el tobillo agradecemos el apoyo que encontramos en el brazo de un amigo, cuando nos esforzamos por andar en fidelidad, necesitamos el amparo de Jehová (Isaías 50:10).
Un antídoto para que no nos afecte la prosperidad de los inicuos es ocuparnos en buscar a las personas mansas y hacer lo posible para que conozcan con exactitud el propósito de Jehová. En vista de que la maldad va en aumento, hemos de dedicarnos plenamente a ayudar al prójimo.
Hoy en día, dondequiera que vivamos en la Tierra, esperamos con anhelo el tiempo en que todo el planeta sea un paraíso en un nuevo mundo de justicia. Entretanto, residimos en seguridad espiritual.
9- Sl 37:4) “Deléitese exquisitamente en Jehová”. ¿Como? Haciendo de Jehová el objeto de nuestro interés, en lugar de obsesionarnos por nuestra propia situación, por difícil que esta sea.
Apartando tiempo para leer la Biblia y meditar en ella para conocer mejor a Jehová. Haciendo de Jehová el objeto de nuestro interés, en lugar de obsesionarnos por nuestra propia situación, por difícil que esta sea.
10- Sl 37:5, 6)“Haz rodar sobre Jehová tu camino” En nuestras congregaciones abundan las pruebas de que Jehová es un apoyo confiable (Salmo 55:22). Los ministros de tiempo completo, sean precursores, superintendentes viajantes, misioneros o voluntarios que sirven en Betel, dan fe de que se puede confiar en el cuidado divino. ¿Por qué no habla con ellos y les pregunta cómo les ha ayudado Jehová? De seguro le contarán muchas experiencias que muestran que, aun en tiempos difíciles, la ayuda de Dios nunca se queda corta. Él siempre provee lo esencial para vivir
Tenga la seguridad que Jehová le ayudará a encarar cualquier problema. Mantenga una buena conducta cuando se enfrente a calumnias, oposición o persecución.
11- Sl 37:7-9) “Guarda silencio delante de Jehová y espéralo con anhelo”. Evita las reacciones impulsivas que podrían robarte la alegría y arruinar tu relación con Jehová. Aquí David destaca que debemos esperar con paciencia a que Jehová actúe. El hecho de que el fin de este sistema aún no haya llegado no debe ser motivo de queja. ¿Verdad que la misericordia y la paciencia de Jehová son mucho mayores que lo que habíamos pensado originalmente? ¿Podemos demostrar que también somos pacientes ocupándonos en predicar las buenas nuevas antes de que venga el fin? Podemos esperar con anhelo el tiempo —ya tan cercano— en el que Jehová erradicará de la Tierra toda la corrupción y a los responsables de ella.
12- Sl 37:10, 11) "Los mansos mismos poseerán la tierra”. ¿Quiénes son estos “mansos”? El término que se traduce “manso” viene de una raíz que significa “afligir, humillar”. Así es, “los mansos” son aquellos que esperan en Jehová para que se corrijan todas las injusticias que se les han infligido. ¡Cuánto nos animan estas palabras al acercarse el fin de este sistema y del desastroso proceder humano de independencia de Jehová! Toda clase de gobierno y autoridad concebida por el hombre ha sido un deplorable fracaso. Y ahora nos acercamos al tiempo en que volverá la gobernación ejercida por Dios, la verdadera teocracia: el Reino de Jehová en manos de Jesucristo, que asumirá el control del mundo entero y eliminará a sus oponentes (Daniel 2:44).
Por más que miremos, no veremos ningún “inicuo” en el nuevo mundo bajo el Reino de Dios. De hecho, cualquiera que en aquel tiempo se rebele contra Jehová será eliminado sin dilación. No habrá cabida para nadie que atente contra la soberanía de Dios o que se niegue a someterse a Su autoridad. Todas las personas compartirán el deseo de agradar a Jehová, con la seguridad que ello reportará: no habrá cerraduras, ni trancas, ni nada que enturbie la confianza y la felicidad completas Trate de ser una persona tranquila y mansa, y confíe con humildad en que Jehová lo librará de cualquier injusticia que usted sufra. Ayude a los hermanos y consuele a los deprimidos hablándoles de la promesa del nuevo mundo que tan cerca está.
A-¿Qué me enseña sobre Jehová la lectura bíblica de esta semana?
Jehová responde al ruego de los “quebrantados de corazón” y “aplastados en espíritu”. No se mantiene alejado de ellos pues los considera indignos de su amor y cuidado.
B-¿Qué ideas de la lectura bíblica de esta semana pueden servirme en la predicación?
Toda clase de gobierno y autoridad concebida por el hombre ha sido un deplorable fracaso. Y ahora nos acercamos al tiempo en que volverá la gobernación ejercida por Dios, la verdadera teocracia: el Reino de Jehová en manos de Jesucristo, que asumirá el control del mundo entero y eliminará a sus oponentes (Daniel 2:44).
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