lunes, 29 de diciembre de 2014

Josué 12 a 15



1-(Josué 14:6) Para que nosotros los discípulos de Cristo podamos ser hombres de Dios, enteramente competente y completamente equipado para toda buena obra (2 Tim 3:17) Jehová nos ha dado Su palabra escrita.Estos escritos son santos pueden producir un cambio completo en la vida de una persona como hombre de Dios.

2-(Josué 14:8.) "LOS justos son como un león joven que tiene confianza." (Proverbios 28:1.) Ejercen fe, confían plenamente en la Palabra de Dios y progresan con denuedo en el servicio a Jehová ante cualquier peligro. Durante el tiempo que los israelitas permanecieron en Sinaí, después que Dios los liberó del yugo egipcio, los hombres Josué y Caleb mostraron de manera especial que tenían la confianza del león. También fueron leales a Jehová en condiciones adversas. Uno de ellos el efraimita Josué, el siervo de Moisés posteriormente fue nombrado su sucesor.

3-(Jos 15:7.) El valle de Acor o era una llanura baja que formaba parte del límite, del territorio de la tribu de Judá. Su nombre, significa "Extrañamiento; Dificultad", se le dio porque fue allí donde se apedreó a Acán y su casa. Por haber robado y escondido parte del botín de la conquista de Jericó, Acán había ocasionado dificultades a la nación de Israel, e incluso fue la causa de la derrota que sufrieron en el primer ataque contra Hai. Debemos ser leales a Jehová y seguir las instruciones de los hermanos nombrados que llevan la delantera. Nunca imitemos el proceder corupto de Acán y su familia.

4-(Josué 15:13-19). Con 85 años de edad, Caleb solicita la difícil asignación de desalojar la región de Hebrón, ocupada por los anaquim, hombres de extraordinaria estatura. Con la ayuda de Jehová, este experimentado guerrero los conquista, y Hebrón se convierte en ciudad de refugio. El ejemplo de Caleb nos anima a no eludir ninguna asignación teocrática difícil.

Caleb y Josué eran imperfectos, no obstante, hicieron fielmente la voluntad de Jehová. Su fe no menguó durante los cuarenta años de vida difícil en el desierto que fueron consecuencia de la desobediencia de Israel a Dios. Del mismo modo, los siervos de Jehová hoy día no permiten que nada interfiera en su servicio de alabanza a Dios. Conscientes de la lucha que existe entre la organización de Dios y Satanás el Diablo, se mantienen firmes, procurando siempre agradar al Padre celestial en todas las cosas.


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