martes, 29 de marzo de 2016

Job 11-15

(Job 12:7, 9 ) La Biblia enlaza el comportamiento de las criaturas aladas con el Creador.

(Job 12:11) Tu oído puede probar la música. Hasta sin oír la letra, muchas veces puedes discernir la clase de condición emocional o espíritu que se ha querido producir con cierta pieza musical, la clase de comportamiento que ella estimula.

(Job 13:12.) Job comparó los dichos de sus falsos consoladores a “proverbios de ceniza”. Las cenizas representan lo insignificante o sin valor. Abrahán reconoció ante Jehová que era “polvo y ceniza” (Gé 18:27;)

(Job 14:1, 2). Hoy día, unos tres mil quinientos años después, esas palabras siguen siendo ciertas, pues ninguno de nosotros puede por sí mismo escapar de la muerte, el fatal desenlace de la vida. Sin importar dónde vivamos ni cuánto nos cuidemos, todos necesitamos ser rescatados de las garras del sufrimiento, la vejez y la muerte.

(Job 14:7, 13-15) La esperanza de la resurrección puede sustentarnos al afrontar cualquier prueba que Satanás lance contra nosotros. Job creía que llegaría el día en que Dios le devolvería la vida. La resurrección de Lázaro nos da esperanza para el futuro.La resurrección no era una esperanza desconocida para Marta, la hermana de Lázaro. Después de la muerte de este, Jesús le dijo: “Tu hermano se levantará”. Más tarde, Jesús resucitó a Lázaro. Este impresionante relato nos permite imaginar lo que sucederá en el futuro. ¡Qué emocionante será ver la resurrección de millones de personas por todo el mundo!

(Job 15:14-16). Con estas palabras, Elifaz le estaba dando a entender a Job que Jehová no considera justo a ningún ser humano. El Diablo también explota las ideas negativas. Quiere que nos angustiemos por los fallos del pasado, que nos juzguemos implacablemente y creamos que no tenemos remedio. También desea que pensemos que Dios es demasiado exigente y muy poco compasivo, misericordioso y dispuesto a ayudarnos.

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